El final y el comienzo

Tras semanas de espera, incertidumbre, miedo, dudas… finalmente puedo pasar tiempo por aquí y contar cómo ha ido todo. No es exageración si digo que probablemente hayan sido de los meses más intensos de mi vida. El tiempo ha pasado lento, había días incluso en los que se podían contar los segundos… Esto me hace pensar hasta qué punto es necesario tener un calendario postmir tan largo y si no se podrían hacer las cosas de otra forma para diminuir la agonía de los opositores. La respuesta la sabemos todos. 

FINAL

Desde que escribí la última entrada en este blog han pasado muchísimas cosas. El asunto se quedó en una alegría prudente tras el susto inicial de meter la plantilla demasiado pronto. Dios, parece que eso fue hace ya mil años y apenas han pasado un par de meses. Tras el arduo proceso de espera a que salieran las plantillas definitivas con las impugnaciones y demás, se sucedieron las previsiones de las academias y la ansiedad consecuente de las mismas. Recuerdo que AMIR fue la que me estimaba peor con diferencia, luego estaba MIR Asturias en medio -que era la que me parecía más probable- y por último CTO con lo que yo pensaba que era mega optimismo. Fue una locura la verdad. Aún así ya me quedé más tranquila porque salvo catástrofes extrañas iba a poder hacer la especialidad que quería, la cuestión sin duda era dónde acabaría. Pero, sinceramente, en esos momentos ese aspecto es lo de menos. 

nopuedo

Cuando te das cuenta que las estimaciones varían día a día a placer

En las semanas que quedaban hasta que salieran las listas del ministerio con nuestro número de orden real, me dediqué a pedir consejo e informarme un poco más sobre la especialidad, pero sobre todo, acerca de los hospitales y ciudades que barajaba en mi cabeza. Desde aquí, aunque ella ya lo sabe, me gustaría reiterar mi enorme agradecimiento a Irene que ha sido como «mi guía espiritual» en este proceso. No solo por sus grandes consejos y verdades sin medias tintas, si no por ponerme en contacto con personas muy útiles y haber sido determinante a la hora de elaborar mi lista. Sin esta gran ayuda, y sin los múltiples residentes con los que tuve la suerte de hablar y que me trataron genial no hubiera sido capaz de fijar unas metas objetivas y con calma. Eso seguro. No sabéis la satisfacción y alegría que es encontrarse super perdida, preguntando a diestro y siniestro y toparse con gente tan estupenda que te orienta de forma desinteresada. Nota mental para mi yo de años sucesivos: trata igual de bien que te trataron a ti a los que están por llegar. 

compis

Una vez ya con el panorama más o menos captado, intenté olvidarme un poco del tema mir hasta que salieran las listas. Al principio se hizo difícil no cotillear el blog de gangas o dejar de meterse en las predicciones de las academias pero luego ya resultaba hasta placentero. Me centré en planear mi ansiado viaje postmir y funcionó, aunque por poco tiempo. Justo en medio de mi viaje salieron las listas provisionales, y como todos sabemos, con un día de adelanto. Como a muchos imagino, me pilló totalmente por sorpresa. Yo me había metido tanto en mi papel de no mirar nada del MIR que literalmente me enteré gracias a una buena amiga. Ahí estábamos nosotros, refugiados de la lluvia en una entrañable cafetería local. No llegué a probar el té cuando recibí un mensaje que decía: Enhorabuena……! En ese momento mi corazón fibriló porque aunque el mensaje era bastante ambiguo realmente yo esperaba que significara una cosa. Y así fue, se habían hecho públicas antes de tiempo las listas y si mi amiga me había dicho felicidades no podía haber ido mal la cosa ¿No?. Con el pulso digno de una octogenaria busqué mi nombre en la lista y cuando lo leí no me lo podía creer. Y yo que me reía de la estimación optimista de CTO, pero el número era bastante mejor que aquella. Al final, la mayoría de gente que conozco había mejorado considerablemente y estaba contenta con respecto a lo que pensaban que iba a pasar. Fue un momento muy feliz, aunque realmente no significaba nada, es solo un número. Sinceramente resulta hasta un poco tonto, porque en ese momento nadie te asegura que vayas a conseguir lo que te has propuesto. Es sólo un número. Pero es imposible no alegrarse.

harry

Cuando estás que no cabes en ti de gozo pero no sabes lo que te espera

Moraleja de esto: no obsesionarse con las estimaciones. Ni para bien ni para mal. Puede que otros años hayan acertado, que un año estuviera mejor una academia y otro año otra, pero no significa que tu año vaya a ser igual. Las listas es lo importante y lo que tiene la última palabra. No hay más. 

Por supuesto ahora quedaba la otra agonía: esperar a que empezaran los actos de asignación de plazas y rezar porque no cojan lo que tu quieres. A mi me tocaba elegir el tercer día del calendario, 24 de abril por la mañana. Estaba bien porque no eran muchos días de espera, pero seamos sinceros, aquí todo el mundo está acojonado, da igual que tengas delante 300, 1500 o 5000. Nadie sabe lo que puede pasar y a pesar de sonar repetitiva, nadie te garantiza nada, el número solo sirve para ponernos en fila a coger una plaza. Las estadísticas fallan, para bien y para mal. Y si no que se lo digan a la gente que este año ha podido coger neuro con más de 4000, ¿Quien lo iba a suponer después de lo del año pasado? Una vez más: hay que esperar y ver. Y ser sinceros con lo que queremos, ponerlo en nuestra lista tanto si pensamos que nos va a dar como si no. 

De nuevo tocó volver a preguntar, resolver dudas de última hora e intentar definir una lista definitiva. La verdad es que dudé mucho: quedarme en mi ciudad o probar suerte en otros sitios que también contaban con servicios muy recomendables para mi especialidad. Y si algo es 100% real es que no hay un hospital perfecto. Antes de hacer el mir yo pensaba que cuando preguntara en los diferentes sitios tendría una idea clara de lo que quería y de lo que no me gustaba, pero nada más lejos de la realidad. Todos tenían sus peros, sus reservas, al igual que sus fortalezas. Me preocupaba mucho el tema de la docencia hasta que desgraciadamente en casi ninguno me dieron buenas referencias en ese aspecto. La realidad es así. Finalmente decidí que si podía me quedaría en un hospital concreto de mi ciudad y si no ya iría tirando de la lista. Al final te decides un poco por sensaciones, también por el contexto en el que te encuentres y por donde piensas que vas a ser más feliz. Y luego, por supuesto, lo que decidan los que están delante, que tienen la última palabra. 

lista

Cuando tienes hecha tu lista y juras matar a quien ose perturbarla

Empezó la elección de plazas y todo era una mezcla de sentimientos: por un lado ilusión, que este era nuestro año y siempre había seguido la elección, por otro lado miedo obviamente pero también alegría por algunos compis que iban cogiendo y estaban muy felices. En mi caso fue agonizante, se cogieron 2 de las 3 plazas del sitio que quería el primer día de forma inesperada (no era la norma de años anteriores, así que imaginaros lo fiable que puede llegar a ser en casos concretos) y ya daba por hecho que me iría a mi segundo sitio, que por otra parte me encantaba, pero claro, implicaba irse de casa y eso no me afectaba solo a mi, de hecho, yo era lo de menos. Aún así, nunca des nada por perdido o por imposible. En mi viaje a Madrid estuvimos siguiendo la elección plaza a plaza y sorprendetemente seguía aguantando la última. Ya solo quedaba por saber si al día siguiente, alguna de esas 100 y poco personas que estaban delante la cogería. Sí… tensión máxima hasta el último momento.

come

Yo viendo la elección de plazas el lunes por la tarde

Ese día en el ministerio el ambiente era agradable, había mucha expectación y la mayoría de caras eran de ilusión. Yo era optimista, tanto si cogía un sitio u otro se que iba a estar feliz, es el destino, me decía. Nos sentamos en el salón que había visto tantas veces por las fotos de otros pero que por primera vez -y espero que última- experimentaba por mi misma. La elección era rápida, mucho más de lo que me esperaba. La gente salía contenta, haciendo gestos de victoria o llorando de felicidad. La mayoría reíamos. Muchos despistes, muchas anécdotas. Cuando la señora del ministerio decía en voz alta nuestra especialidad temblábamos en silencio, o al menos yo lo hacía. Hasta que llegó el turno de mi fila. Subí al estrado casi sin creérmelo ¿En serio ya?, todo avanzaba muy deprisa. Apenas cuando quedaban 2 personas delante, la chica que estaba justo detrás y yo nos miramos medio llorando diciendo que no nos lo creíamos. Esto acababa ya. El de delante ya había cogido… entonces ¿La plaza iba a ser mía?. Con las piernas temblonas me acerqué y confirmé la petición que había hecho de forma electrónica. Los funcionarios, en contra de lo que he escuchado muchas veces, fueron muy amables y atentos. Nos dedicaban unas palabras uno a uno, y yo no pude evitar emocionarme mientras me felicitaban y de fondo sonaba lo que llevaba mucho tiempo soñando escuchar:

¡¡¡RESIDENTE DE HEMATOLOGÍA Y HEMOTERAPIA!!!

adele.gif

Cuando ni tu misma te crees que hayas cogido esa plaza

Todo lo que vino a partir de ahí lo recuerdo como si fuera un sueño. Lo vives tan intensamente que el tiempo vuela de un plumazo. No hay tiempo para detalles, solo te invade el júbilo. Salir de ahí con un sueño cumplido y abrazar a mi novio entre llantos va a ser sin duda uno de los mejores recuerdos que voy a tener en años. Después de un mir tan agridulce, de tanto sufrimiento propio y de amigos, de tantos años estudiando por una meta que no sabes ni cuál va a ser ni si vas a conseguirla… al final, merece la pena. Y si en algunos casos por cualquier circunstancia o injusticia no ha podido ser a la primera, no hay nada que impida que no pueda ser a la segunda o a la que sea. Hay muchos caminos y no todos son en línea recta. 

No quiero terminar esta parte del post sin antes desearle muchísima suerte a grandes compañeros blogueros como son: Marina, Leucocito curioso e Iratxe, que están a punto de sumergirse en el camino del 2MIR19. Mi intención es escribir algunas entradas acerca del intensivo después de esta, a modo de experiencia. Aunque estoy deseando leer las vuestras dentro de un año 🙂

También quiero darle las gracias a muchos compañeros que he conocido a través de twitter este año y que a pesar de tener algunos periodos de ausencia, me han servido de compañía y consuelo, sobre todo durante el postmir. En especial a Joma, que estoy seguro de que además de gran persona va a ser un estupendísimo doctorazo. 

COMIENZO

Todo final viene seguido de un comienzo. Atrás dejamos el MIR, el postMIR y el comedero de cabeza. No, perdón, el comedero de cabeza no… buscar piso (aunque me quede en mi ciudad ya va siendo hora de independizarse), colegiarse, ir a por todos los papeles que te piden para el contrato, presentarse en el hospital, conocer a tus CoRs, mirar algún libro recomendado, hacer ejercicio y volver a estar en forma (las guardias no van a perdonar xD), y muchas cosas más que me dejo en el tintero. 

loca.gif

Cuando te dicen todas las cosas que necesitas para el contrato

Durante estas semanas he ido tachando varias de las tareas anteriores y ya estoy más tranquila, hasta tal punto de que esta vida de «nini» me está resultando algo aburrida. Aunque muchos nos recomiendan que nos aburramos, que matemos el tiempo a series, que ni se nos ocurra hacer nada… Por un lado tengo ganas de empezar, de enterarme de una vez de lo que es la medicina de verdad y dejar un poco al lado tanta miricina. Por otro lado no quiero que llegue la incorporación, supongo que por miedo a ser incompetente o no estar a la altura. Ahora mismo siento como si todas las habilidades que reforcé durante el año práctico de sexto se hubieran atrofiado y no supiera hacer nada. Me siento totalmente en modo ameba. Quizás incapaz de afrontar ciertas situaciones. Quizás miedo de no ser lo que yo misma espera de mi, o de no ser lo que los pacientes necesitan. Espero que sea un sentimiento natural y fisiológico de este momento y se vaya disipando a medida que pasan los años de la residencia. Aunque me da a mi que en esta profesión nunca se deja de tener un poquito de miedo, y con razón. 

En cuanto a la especialidad, nunca es posible saber a priori si se ha acertado del todo. Eso viene me imagino con la práctica, con los años. Yo solo se que a día de hoy he cogido la única especialidad con la que he sentido ese pellizco que te dice «esto es lo tuyo, es tu sitio», la única especialidad por la que he soñado durante el último año, y la única que puedo decir que me apasiona en todos sus diferentes aspectos. La única que no me ha hecho dudar sin importar lo que digan los demás. No, no puedo jurar que no me haya equivocado, lo que si puedo jurar es que he cogido con el corazón lo que más quería, que voy a darlo todo por esto y que espero un día dentro de muchos años seguir sintiendo la misma pasión, mirar atrás y decirme a mi misma: acertaste de lleno, enhorabuena

heamtopp

Idiopática

3 comentarios en “El final y el comienzo

  1. ¡ENHORABUENA IDIOPATICA!! Me alegro muchisimo de que finalmente hayas conseguido la plaza que tanto deseabas.
    Te quería preguntar por algunos consejillos para 6º, ya que es un curso muy completito pero al mismo tiempo muy distinto de los demás por tener el rotario, el TFG y la academia. ¿Qué me aconsejarias hacer y qué no hacer desde tu experiencia? En cierto modo tengo la esperanza de que sea un curso mas tranquilo que los que hemos tenido hasta ahora, pero no me gustaría ni pasarme haciendo cosas y llegar demasiado quemada a junio, ni dejarme ir.

    Muchas gracias, y de nuevo, mi más grandisima enhorabuena por llegar hasta donde estas ahora mismo!!

    Me gusta

  2. Emocionante leerte. ENHORABUENA! !! Lo has conseguido!! Pasarás momentos buenos y malos durante la residencia. Es ley de vida. Pero… siempre te quedará la Hemato… jajaja te gustará. Gracias po el agradecimiento. .. pero yo solo ayudé la mitad de lo que a mí me ayudaron 😉

    Ya estamos por aquí. . Ya nos veremos en algún lado. Espero que pronto y espero que contentas 🙂

    Comienza la aventura!

    Me gusta

  3. Felicidades!!!

    Me ha encantado cómo has descrito lo de la elección de plaza, en mi caso ha sido tal cual tú lo has dicho.

    Me alegro un montón de que hayas conseguido tu primera opción. Ahora toca descansar, ir a todas las fiestas que se hacen de R1, no agobiarse con los mil papeles que hay que preparar y aburrirse con los cursos de las primeras semanas jaja.

    Ánimo! Ya verás que el tiempo vuela a partir de ahora.

    Me gusta

Deja un comentario